domingo, 25 de enero de 2015

LA RAZÓN DE LOS AMANTES

Pablo Simonetti nos demuestra que se puede ser un escritor con pocos recursos, y gustar al público y la crítica literaria. O más bien en el afán de no discriminar en nuestra sociedad a veces pasamos por alto que no es necesario caer en ella, al decir, que podemos obviar cierto tipo de historias de ficción sin de manera necesaria caer en un acto discriminatorio.

La novela de Simonetti, cae en los clichés propios que se le pueden mal atribuir a los homosexuales. Los mal llamados lobbys, obsesiones sexuales que tienen, y el disparo a diestra y siniestra de sus impulsos. Todo estos mal augurios para la comunidad de homosexuales, este libro los tiene. Manuel, un ejecutivo exitoso, recién promovido dentro de su banco, sucumbe ante los encantos de Diego, director de un diario digital, gay encubierto pero que con sus pulsaciones constantes no deja indiferente a nadie. Adivinen qué hace: conquista a Manuel y trastoca su vida para que se diera cuenta que era un homosexual desde siempre.

¿Por qué todas las novelas de este autor nos hacen creer que todos podemos ser y convertirnos en homosexuales? Solo que aún no conocemos "al hombre indicado". Es el argumento inverso de la gente conservadora de este país para atacar a los homosexuales, pero Simonetti lo transforma en parte de su causa. El libro, y su historia, transcurre en ello (junto con la crisis de la punto com de años atrás), en donde Manuel debe lidiar con su constante deseo de hacer el amor con Diego e intentar mantener la normalidad de su vida. Y en la propia ficción del autor no termina de la mejor manera. Es un libro, como otras historias que he leído del autor, donde la causa homosexual está bien representada pero mal presentada. Todo hombre puede ser homosexual en potencia. Ese es el mensaje de este libro y de las demás historias del autor.

Debo quedar como alguien conservador o como anti gay. No entraré en argumentos que intenten defender mi posición a favor de los derechos de los homosexuales en este país. Sólo que el presentar el tema como la conversión de un heterosexual, de forma constante en su pluma es algo que molesta. Y molesta por la falsa modestia de sus palabras, no como es Pedro Lemedel (Q.E.P.D.), donde su pluma muestra la rabia de un mundo en constante marginación y la necesidad de respuesta ante sus demandas. La literatura de Simonetti, sigue mostrando el poco convencimiento aún de ser homosexual y luchar por su "Igualdad". Poniendo en constante contradicción la conversión de heterosexuales en homosexuales.

Este es un libro que debe ser leído con la paciencia para conocer a los autores chilenos. Pero bajo la prisma de un visión abierta a entender las necesidad de un autor, que quiere contar su historia de forma parcelada a través de sus libros. Porque esas son las ficciones de Pablo Simonetti, una forma camuflada y bella, de contar su propia historia.


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